jueves, 10 de diciembre de 2009

TEATRO CALLEJERO, una forma de trabajo y comunicación

TEATRO CALLEJERO,
una forma de trabajo y comunicación


Día a día, se encabeza una dura lucha por rescatar y apropiarse de ese espacio que el arte popular siempre reclamó como propio y natural: la calle.

No se trata de cualquier tipo de espectáculo, ni el hecho de presentarlo en la calle demerita su valor artístico, muy por el contrario, pues llega hasta donde otros no pueden. Así es el teatro callejero: inesperado, pero bien recibido por el público.



El teatro callejero al igual que otras formas de teatro es un medio de comunicación y entretenimiento que refleja el contexto histórico, cultural, político, económico y social de una sociedad determinada por medio de la representación de obras teatrales en un escenario.


Sin embargo la particularidad que distingue al teatro callejero es el escenario en el que se desarrolla, pues no precisa un teatro, o un edificio cerrado. El teatro callejero adopta como escenario los lugares públicos, plazas, alamedas, calles y demás centros de concentración de masas a espacio abierto.


Esto conlleva a que el público no elija siempre ser espectador de esta clase de espectáculos, pues el teatro callejero se puede presentar de manera espontánea y también implica que el acceso a estos eventos sea ilimitado por la naturaleza del lugar donde se presente puesto que no tiene costo.


Y partiendo de lo anterior, significaría que quienes viven del teatro callejero no reciben una remuneración fija por su trabajo, sino por los donativos de los espectadores.


La importancia del teatro callejero radica en el mensaje: mientras que en el teatro convencional el público paga para que le transmitan el mensaje, el teatro de calle el mensaje llega al público de manera inadvertida, pues no lo busca, empero, lo encuentra.



Historia y evolución del teatro callejero

Hacia el siglo V A.C.en Grecia, los juglares o coro de sátiros, montados en el carro de Tespis (dramaturgo y actor griego) recorrían los lugares más populares de la Antigua Grecia y, bajo los efectos del vino, bailaban y cantaban ditirambos– composiciones populares. Bien podria decirse que es en esta epoca donde encontramos los inicios del teatro de calle.

Estas manifestaciones, servían para satirizar a los dioses, y se encargaban de transmitir historias por medio de las que denunciaban los aciertos y desaciertos de políticos y filósofos, ridiculizándolos y satirizándolos de una manera fantasiosa; también, hacían uso de la caricatura de costumbres, donde ponían en escena asuntos de la vida cotidiana.


Una de las características más notables de estos espectáculos, consistía en que eran realizadas al aire libre y a pleno día. Esto hacía que la relación actor-público fuera más directa, casi de ataque frontal. Para los griegos, el fenómeno escénico no estaba limitado a un espacio cerrado con dos partes bien definidas (escena y auditorio), tal como lo conocemos hoy.


En el siglo XVI, esta idea de representar y denunciar los males por los que atravesaba la sociedad italiana, fue retomada por los actores de La Comedia dell Arte: representaban con máscaras y disfraces -en lugares abiertos donde se concentraba el público-, a diferentes personajes de la sociedad, e inventaban parlamentos que estuvieran de acuerdo con el tipo de personaje. Los diálogos que se producían entre ellos, por lo general, transmitían el descontento y la frustración del pueblo, que encontraba aquí una manera libre de comunicar sus sentimientos.


Una de las características más notables de estos espectáculos, consistía en que eran realizadas al aire libre y a pleno día. Esto hacía que la relación actor-público fuera más directa, casi de ataque frontal. De esta manera, el fenómeno escénico no estaba limitado a un espacio cerrado con dos partes bien definidas (escena y auditorio), tal como lo conocemos hoy. Es una de las cualidades que permanece presente en el teatro callejero moderno.



Características del teatro callejero

Se realiza en espacios no concebidos para el uso teatral: cada grupo, al montar su función, crea su espacio único e irrepetible. Un pedazo de calle, plazas y parques, adquieren una doble dimensión al convertirse en escenarios. El teatro callejero marca sus propios límites e impone una constante nueva a este quehacer: un espacio abierto y múltiple. El significado de cada espacio lleva consigo una carga de símbolos mucho mayor del que puede aportar una sala: ahí transcurre su vida; por lo tanto, las connotaciones son mucho mayores.


Apunta a una búsqueda de espectadores; cualquiera que sea su condición social, económica o cultural. Pero sobre todo, intenta producir un acercamiento entre el fenómeno teatral y aquellos individuos que no han tenido acceso a las salas de teatro. Es, por esto, una manifestación socio-económica, una ruptura con el sistema teatral establecido a partir de las salas de teatro. Como expresión cultural masiva, el teatro callejero no descarta provocar una manifestación social que implique cambios en las estructuras políticas o culturales, según las necesidades de la realidad circundante.


Es contemporáneo. A pesar de que sus orígenes están ligados con la historia misma del teatro, el surgimiento de esta manifestación escénica, en las ciudades, se remonta a la década de los 60 en Estados Unidos. Por lo tanto, es una disciplina joven, aún en evolución y en búsqueda de nuevos lenguajes.


Es de carácter popular. En el teatro callejero se da una constante indagación que pretende identificar al espectador con el espectáculo. El público, portador de una cultura, se enfrenta a un teatro que ha iniciado el rescate de la memoria colectiva a través del rito. Éste es, en fin, un teatro profundamente espiritual, que ha llegado al borde mismo del encuentro entre arte y vida cotidiana.



Teatro de calle como medio de comunicación

Para analizar el teatro callejero como fenómeno de comunicación, vamos a partir de la definición dada por Fallas (2005) respecto del término comunicación:


…en su forma básica podemos definir comunicación como el proceso a través del cual se estimula a los individuos, con el fin de modificar su conducta; generalmente el proceso es de dos vías y a la vez recíproco; la respuesta provocada por el mensaje se convierte a la vez es un estímulo-mensaje. (p.1)


Teniendo clara la definición, esta se va a descomponer en sus diferentes partes, para luego relacionarlas con las características del teatro callejero:


a) “…en su forma básica podemos definir comunicación como el proceso a través del cual se estimula a los individuos”… El teatro callejero, por ser una manifestación de carácter popular, busca influir en los individuos, cualesquiera que sean las situaciones políticas, económicas o sociales a las que pertenezcan. Busca estimular la psiquis del espectador, mostrándole una realidad que va a ser interpretada de manera diferente por cada persona que lo admira. El teatro callejero estimula los sentidos, los cuales perciben el mensaje y lo decodifican en la mente del receptor; este, a su vez, construye y reconstruye de manera diferente su forma de ver la vida.


b)…con el fin de modificar su conducta… El teatro callejero busca que cada individuo lleve a la práctica la reconstrucción que hace de su realidad, y por tanto, transforme su conducta. Así, una persona que asiste a una representación teatral de este tipo y retorna a su lugar de trabajo, casa o escuela, mostrará una conducta diferente de la que mostró antes de apreciar la puesta en escena.


c)…generalmente el proceso es de dos vías… Tordera (1983, p.166) apunta que: “…en el caso del teatro, por ejemplo, sería altamente difícil delimitar quién o qué es el Emisor, si tenemos en cuenta los siguientes elementos participantes: autor, director, escenógrafo, empresario y la Censura”. El teatro, en forma general, es acción. Esta acción es sumamente compleja, puesto que se compone de diferentes niveles de significación, ya que todo en él es código, todo tiene un mensaje qué transmitir al receptor: los movimientos del cuerpo, la comunicación verbal y no verbal del actor, la escenografía, el vestuario, la utilería, los efectos de sonido y de luces, entre otros.


Durante este proceso, se requiere establecer cuatro etapas, para que, según H. Mauder ( s.f; citado por Fallas 2005), exista comunicación:


Conocer las necesidades y deseos del receptor,
Estar al tanto de sus problemas,
Realizar la preparación adecuada para la puesta en escena y del mensaje en general y
Dosificarlo de acuerdo con dichas necesidades, haciendo uso de distintos recursos materiales.


En este proceso no sólo el espectador se nutre del mensaje del actor, sino que a su vez, éste se realimenta de la información y la reacción que genera su interlocutor, en este caso el receptor. Tenemos entonces que, tanto el actor como el espectador, se convierten en emisor y receptor al mismo tiempo, realimentándose de forma recíproca.


d)… la respuesta provocada por un mensaje se convierte a la vez es un estímulo-mensaje… En esta realimentación entre el actor y el público, los mensajes producidos por el emisor y por el receptor, estimulan la creación de nuevas percepciones, significaciones y decodificaciones diferentes que, a su vez, generan más mensajes y más estímulos, provocando entre ambos una acción-reacción.



Teatro callejero y sus dificultades

En este sentido, lo que indica la realidad es que, si bien el Estado es el encargado de dar subsidios a las salas teatrales para que algunos grupos tengan un lugar donde ir a actuar, esto no les sirve a quienes se dedican al teatro callejero, ya que ellos no hacen uso de una sala, ya que su espacio natural de expresión son los espacios abiertos.


Hoy, todavía, al teatro callejero se le confunde con cualquier actividad artística que se hace en la calle, por ejemplo, el circo. Incluso, los propios artistas urbanos pueden entrar en dificultades al tratar de dar una definición satisfactoria de cada una de las disciplinas, ya que los conceptos van muy ligados. Sin embargo, el teatro es una actividad mas amplia, e incluso puede llegar a englobar al circo, mientras que éste es mas especifico y riguroso: se enfoca en actividades ya determinadas.

La dificultad de mayor peso es saber si habrá gente para presenciar el espectáculo. Si no hay espectadores, no puede haber función.


El teatro de calle necesita de actores capacitados para poder actuar en un espacio abierto, que es muy distinto a actuar en una sala. El teatro callejero debe tener un mensaje que no sea difícil de decodificar, y que sea de acceso para todos, aunque sin perder profundidad en lo que se dice. Debe ser así porque, al tener un público muy amplio, debe lograr que lo que cuenta sea -a nivel de imagen y conceptos- muy fuerte para captar la atención del que observa, y que nadie se distraiga. Debido a esto, es necesaria la profesionalización, que resulta ser cara, y para asistir a talleres, congresos y otros eventos es necesario viajar a otras partes del país.


Otro aspecto importante es la naturaleza de su escenario. Al presentarse en la calle, se enfrentan a todos los factores que conlleva: desde el ruido de coches y autobuses, o de algún evento que se lleve a cabo al mismo tiempo, hasta las inclemencias del tiempo.


No podemos dejar de mencionar la cuestión de la inseguridad actual, pues cada vez que salen a trabajar, lo hacen con incertidumbre. Una balacera, por ejemplo, es un motivo por el cual se puede cancelar una función.


Un actor de calle no se puede enfermar, ya que no cuentan con ninguna clase de seguro medico que los respalde. Además, en caso de alguna enfermedad o accidente, no se trata solo de los gastos médicos que se generen, si no que también significa dejar de ir a trabajar.


Al no tener un salario fijo, quienes hacen teatro callejero dependen de lo que la gente les proporcione al ver su espectáculo. No cobran entradas, así que la cooperación es voluntaria, además, como en otros tipos de trabajos, siempre hay temporadas buenas y malas.



Aunque son muchos los obstáculos a los que se enfrentan los actores callejeros, no se detienen y han logrado salir adelante. Que sirva artículo para prestigiar al teatro callejero y darle el lugar que se merece como actividad artística.




ROSA ELIZABETH GUTIÉRREZ JUÁREZ
5° DE COMUNICACIÓN

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